So it’s been almost two weeks
since I’m in India. I’m still in the
immersion phase I guess, learning a lot, trying to absorb as much as I
can. Still looking at everything and
everyone, or trying to… I’m really learning a lot about myself as well, trying
to look inside me. Getting into the
inertia of the whole thing…
It has been a couple of interesting
days since I last wrote. I’ve been able
to share more time with good people.
Share food, tea, stories, laughs.
Keep connected with family and friends (I’m 11 and a half hours ahead of
Guatemala and Denver, so greetings from the future!). And I’ve been able to see some of Delhi´s
amazing architecture, present and past.
Also, I did my first English/Hindi focus group!
A week ago, I attempted to get a cellphone. It brought out the cultural shock and kind of
annoyance that happens at least for a moment, when you’re not in your comfort
zone or in a familiar place. I was
talking in English to the cellphone company salesman at the market, and we were
both speaking English as a second language.
I was really tired that day. It
was a really hot, sweaty day. All I
wanted was a cellphone. However there
are certain processes here, the necessary bureaucracy that exists everywhere…
but it got to me. After a long day, all
I wanted was to be able to communicate, and I was not achieving it. Anyways, I had my “cultural shock”, wishing I
could speak the language, or that he could speak mine, that it could just be
easier. It made me see important things
in myself, like the fact that there is always space to learn to be more patient
and more humble. I finally got my phone,
after passport and visa photocopies, a photograph, and the language barrier. It turned out I had to go back on Saturday,
because my phone still wasn’t working!
Life was just checking on me, making sure I had really learned that one
piece of patience.
On Saturday, we went to The Red
Fort. We decided to take an Auto (or Tuc
Tuc) to the Metro Station and experience that kind of public transportation. I got a Smart Card, so I don’t have to pay
for transport tokens every time, and I just need to refill it with Rupees when
needed. From the train (no pictures were
allowed so I will do my best to briefly describe it) you can see how vast the
city of Delhi really is. I felt like a
small explorer, but excited to be in such a huge, diverse place. Buildings, temples, gardens, houses, traffic,
people, smog, birds… I’m living in a city with more than 12 million
people. Yes, I could feel that in the
metro. Another pleasant surprise was
that the metro has specific spaces for women, to avoid uncomfortable
circumstances I’m guessing, and I really liked it.
Then we reached Chandni Chowk,
one of Delhi’s oldest and busiest markets.
It would be a great start to walk to The Red Fort. Today, it is still busy and flooded with
commerce; and it’s still very far – walking distance under the sun – to The Red
Fort. We found some interesting things
on our way, but we finally decided to take a rickshaw (a cart pulled by a man
in a bicycle). When we finally arrived
to The Red Fort, it was impressive… Huge
walls and green spaces, lots of people, a huge line to get in. And then we entered: transported to another
time, surrounded by exquisite alabaster structures and decorations, fountains,
gardens… red, white, blue, green (more pictures here:
The Red Fort). And for
moments, I felt like an attraction myself, for people wanted to take pictures
with us. Yes, pictures with the white,
weird looking tourists. I just smiled,
and asked for some pictures myself (two of about twenty pictures that they took
of us!).
And now I have to jump from
Saturday to today. It was a good,
productive day. I learned a lot. I have done focus groups for several consultancies
and research initiatives, but this one was my first focus group in English, and
with a translation to Hindi. Today my
translator was Rimpy, a young and smart woman who I have learned a lot
from. She told me two days ago, “I’ll
translate the informed consent. Do you
want to read it in Hindi?”. "Wow, you would do that for me?". She
translated it, and then wrote it phonetically, so I could read it in
English (I put some Spanish in there too) but I was actually talking Hindi
(very slow Hindi of course). The
participants of the focus group, another group of amazing women who work at one
of Delhi’s Gender Resource Centers, were very nice and welcoming, and even applauded
at the end of my Hindi reading with Spanglish accent. The focus group itself was amazing. These women have so much knowledge and
experience, and at the same time, thirst for learning. As in many of the focus groups I’ve done
before, I ended the group conversation, deeply thankful for all that they
shared and for all the things I learned.
So, with conversations, even if
it is an introduction to new people, a negotiation with an Auto driver or
cellphone seller, a chat over Gmail, an encounter with the past, a focus group,
there is so much you can learn… just from listening to the person in front of
you, from listening to your surroundings and yourself.
Just listen I tell myself, there’s so much to learn…
Saludos desde el
futuro… y del pasado
Ya casi son dos semanas desde que estoy en
India. Creo que todavía estoy en la fase
de inmersión, aprendiendo mucho, tratando de absorber todo lo que pueda. Todavía viendo todo ya a todos, o
intentándolo… Estoy aprendiendo mucho sobre mí misma también, tratando de verme
por dentro. Y entrando a la inercia de
todo esto…
Han sido unos días interesantes desde que
escribí la última vez. He podido
compartir más tiempo con gente buena.
Compartir comida, té, historias, risas.
Mantenerme conectada con familia y amigos (estoy 11 horas y media adelante de Guatemala y
Denver, así que ¡saludos desde el futuro!).
Y he podido ver parte de la arquitectura impresionante de Delhi, del
pasado y el presente. También lideré el
primero grupo focal en inglés/hindi.
Hace una semana, intenté comprar un celular. Hizo relucir el choque cultural y la molestia
que se da, aunque sea por un momento, cuando no estás en tu zona cómoda o un
lugar conocido. Estaba hablando en
inglés con el vendedor de la empresa telefónica en el mercado, y los dos
estábamos hablando inglés como segundo idioma.
Yo estaba bastante cansada ese día. Había mucho calor, y sudé todo el día. Y todo lo que quería era un pinche cellular. Pero, hay ciertos
procesos aquí, la burocracia necesaria que existe en todos lados… pero me sacó
de onda. Después de un día tan largo, lo
único que quería era poder comunicarme y no lo estaba logrando. Tuve mi choque cultural, deseando poder
hablar el idioma local, o que el hombre pudiera hablar mi idioma; deseando que
todo fuera un poco más fácil. Me hizo
ver cosas en mí misma, como por ejemplo el hecho de que siempre hay más espacio
para aprender a ser más paciente y humilde.
Al fin conseguí el teléfono, después de dar copias de mi pasaporte y
visa, de tomarme una foto tamaño cédula, y a pesar de la barrera del
idioma. ¡Resultó que tuve que regresar
el sábado porque mi celular no funcionó!
Creo que la vida estaba asegurándose de que realmente haya aprendido ese
pedazo de paciencia.
El sábado fuimos al Fuerte Rojo. Dedicimos tomar un auto (o tuc tuc) a la estación
del metro y experimentar ese tipo de transporte aquí. Me compré una tarjeta para no tener que pagar
cada vez por el pasaje, y sólo hay que llenarla con rupias cuando me gaste
todo. Desde el tren (estaba prohibido
tomar fotos adentro, así que haré mi mejor esfuerzo por describir la vista) se
puede ver qué gigante es la ciudad realmente.
Me sentí como una pequeña exploradora, pero emocionada al mismo tiempo
de estar en un lugar tan grande y diverso.
Edificios, templos, jardines, casas, tráfico, gente, smog, aves… Estoy
viviendo en una ciudad con más de 12 millones de personas. Sí, eso se siente en el metro. Y otra sorpresa fue encontrar que hay
espacios en el metro sólo para mujeres, para evitar situaciones incómodas me
imagino, y realmente me gustó.
Luego llegamos a Chandni Chowk, uno de los
mercados más antiguos y movidos de Delhi.
Era el punto perfecto para caminar hacia el Fuerte Rojo. Hoy, todavía es un centro de comercia
inundado de gente; y queda lejos – sobre todo bajo el sol – del Fuerte. Encontramos algunas cosas interesantes en el
camino, pero decidimos tomar un rickshaw (una carreta jalada por un hombre en
bicicleta). Finalmente llegamos al
Fuerte y fue impresionante… Paredes gigantes y espacios verdes, mucha gente,
una cola larga para poder entrar. Y
entramos: instantáneamente me transporté en el tiempo, rodeada de estructuras
de alabastro con decoraciones exquisitas.
I por momentos, me sentí como parte de la atracción, porque la gente se
quería tomar fotos con nosotros. Fotos
con las turistas blancas raras. Yo sólo sonreí y pedí permiso
para tomar mis propias fotos de la gente también (sólo dos como de veinte que
nos tomaron diferentes personas).
Y bueno, del sábado salto hasta el día de
hoy. Fue un día bueno y productivo. Aprendí muchísimo. He hecho varios grupos focales para varias
consultorías e investigaciones, pero este fue mi primer grupo focal en inglés,
con traducción al hindi. My traductora
hoy fue Rimpy, una joven muy inteligente de la que estoy aprendiendo
bastante. Hace dos días me dijo, “Voy a
traducir el consentimiento informado.
¿Lo querés leer en hindi?”. Lo
tradujo y luego me lo escribió fonéticamente para que yo lo leyera en “inglés” (claro
que le metí el español también) pero para que sonara e hiciera sentido en hindi
(en hindi bastante lento por supuesto).
Las participantes del grupo focal, otro grupo de mujeres impresionantes
que trabajan en uno de los Centros de Recursos de Género, fueron muy amables y
me dieron la bienvenida, y aplaudieron después de mi lectura con acento hindi-spanglish.
El grupo focal en sí estuvo
increíble. Estas mujeres tienen tanto
conocimiento y experiencia, y al mismo tiempo quieren seguir aprendiendo. Como en muchos de los grupos focales que he
hecho antes, terminé profundamente agradecida por que se tomaron el tiempo de
compartir y enseñarme varias cosas.
Así que en cada conversación – ya sea al presentarse
con gente nueva, una negociación con un tuc tuquero o un vendedor, un chat por
Gmail, un encuentro con el pasado, un grupo focal – hay tanto que se puede
aprender… sólo de escuchar a quién tenés enfrente, a tu entorno y a vos
misma. Sólo escuchá, me repito a mí misma, hay tanto
qué aprender…