I’ve been here for a month. A month!
Time just flies. Yesterday we had
a meeting to summarize the learned lessons during this month. It was a short, but good and profound
meeting. And I really felt thankful, again, for being able to be here, living
this, and getting to know all the wonderful people I have shared with this
month.
We did an exercise where we all
had to write two sentences on a piece of paper with what we have learned so
far. You write down your thoughts, fold
the paper and hand it in to the person next to you so he or she can write
his/her thoughts. Then you read all the sentences. This exercise stimulates that everyone
expresses what they’re thinking, anonymously. Plus what is said in the meeting is documented. I was impressed by what the team from the
Gender Resource Center (GRC) said about us.
They think very highly of us. And
the feeling is mutual, the admiration and endearment I feel towards them.
When I grow up… I want to be like
these women. They have so much thirst
for learning, for knowing new things.
They’re experts in their field, passionate, mobilizing communities and
hundreds of people every week for activities related to health, empowerment, and
human rights among others. And even with
everything they do and are, they want to attentively listen with open minds to
what a Guatemalan is sharing with them.
In this case, the training is on focus groups; how to plan, design,
systematize and analyze using this method.
What I love about qualitative
methods is that they are dynamic, and that it doesn’t matter how much
experience you have (or think you have) you can always learn something new. I’m passionate about methods in part because
of my training as an anthropologist, and because of the experiences I’ve had by
using them as a professional during the last years. My colleagues here though, were interested
and see focus groups as a useful tool just by being present in some of the
groups I led in the last weeks. They are
already planning how they are going to use the training they’ll get and with
whom they’re going to conduct the first group in September. Their dedication and commitment are amazing
and inspiring.
One of the phrases I wrote for
the exercise during the meeting was “Passion and commitment make things happen”.
Although in reality, it is people who
are passionate and committed who achieve change, who make things happen. And these women are constant. In every focus group, the participants
mentioned the GRC as an important place, a point of encounter, of information,
of human contact.
So, learning from these empowered
women, dedicated to their jobs, families and community, choose something you
are passionate about, something that moves you.
Do it with your heart. Do it with
your mind too, but with an open mind to learn, to listen and to share. And live well, because time flies…
Llevo un mes aquí. ¡Un mes!
Cómo vuela el tiempo. Ayer
tuvimos una reunión de “resumen” sobre lo que hemos aprendido en el mes que
llevamos aquí. Fue una reunión corta, pero
muy buena y profunda. Y realmente me
sentí agradecida, otra vez, por poder estar aquí, por poder vivir todo esto,
por llegar a conocer a toda la gente con la que he compartido últimamente.
Se pasó una hoja de papel en la que todas y
todos teníamos que escribir dos oraciones de lo que hemos aprendido hasta
ahora. Escribís, doblás el papel y lo
pasás a la persona a tu lado para que escriba lo que ella o él piensan. Luego se leen todas las oraciones. Es para fomentar que todos digan lo que
piensan y lo puedan escribir de manera anónima.
Además, queda documentado lo que se dice durante la reunión. Quedé impresionada con lo que el equipo del
Centro de Recursos de Género (GRC por sus siglas en inglés) dijo sobre
nosotros. Nos tienen en alta estima. Y es mutua la admiración y cariño de mi parte
hacia ellas.
Cuando sea grande… quiero ser como estas
mujeres. Con tanta sed de aprender, de
conocer cosas nuevas. Son expertas en su
campo, apasionadas, movilizan comunidades y cientos de personas cada semana para
diferentes eventos relacionados a salud, empoderamiento y derechos humanos,
entre otras cosas. Y aún con todo lo que
hacen y son, quieren escuchar, atentamente y con mentes abiertas a lo que una
guatemalteca esté compartiendo con ellas.
En este caso, es un entrenamiento sobre grupos focales; cómo planificar,
diseñar, sistematizar y analizar usando este método.
Lo que me fascina sobre los métodos
cualitativos es que son dinámicos, y que no importa cuánta experiencia tengamos
(o creamos tener) siempre podemos aprender algo nuevo. En parte, los métodos me apasionan por mi
formación como antropóloga y por las experiencias que he tenido usándolo en
diferentes ámbitos como profesional en los últimos años. Mis colegas aquí, se interesaron y ven los
grupos focales como una herramienta útil sólo de estar presentes en algunos de
los grupos focales que lideré en las semanas pasadas. Ya están planificando cómo van a usar el
entrenamiento recibido y con quiénes van a tener el primer grupo focal en
septiembre. Su entrega y compromiso me
impresionan y me inspiran.
Una de las frases que puse en el ejercicio
durante la reunión es que “La pasión y el compromiso hacen que las cosas sucedan”. Aunque realmente, son las personas,
apasionadas y comprometidas, las que logran cambios, las que logran que las
cosas se den. Y estas mujeres son
constantes. En todos los grupos focales,
el GRC surgió como un punto importante de acuerdo a las mujeres. Un punto de encuentro, de información, de
contacto humano.
Así que aprendiendo de estas mujeres
empoderadas, entregadas a su trabajo, a sus familias, a su comunidad, escogé
algo que te apasione, algo que te mueva.
Hacelo con el corazón. Con la
mente también, pero con una mente abierta a aprender, a escuchar, y a
compartir. Y viví bien, porque el tiempo
vuela…